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Radioterapia
Externa
La radioterapia se puede utilizar en las distintas etapas del cáncer de próstata con distintos objetivos. En los cánceres localizados (cáncer que no se ha extendido fuera de la próstata) y localmente avanzados (cáncer que se ha extendido al área justo fuera de la próstata) se usa para intentar eliminar el cáncer completamente, con intención de curar. En los pacientes con cáncer de próstata avanzado puede ser utilizado para tratar algunos de los síntomas, y en algunos pacientes, para mejorar la sobrevida sin curar la enfermedad.
¿Cómo funciona la radioterapia?
La radioterapia tiene como objetivo destruir las células cancerosas. Utiliza haces de rayos X de alta energía dirigidos desde fuera del cuerpo. Estos haces de rayos X dañan y matan las células cancerosas. Aunque también afecta a las células sanas, estas pueden repararse y recuperarse más fácilmente.

En los cánceres de próstata localizados y localmente avanzados se trata principalmente la próstata, pero dependiendo de la agresividad de la enfermedad se puede dar radioterapia a un área más amplia, incluyendo los ganglios linfáticos y los huesos de la pelvis.
El tratamiento en sí no causa dolor, pero puede causar efectos secundarios que pueden causarte problemas. Si recibes radioterapia en un área más grande, es más probable que experimentes efectos secundarios.
¿Quién puede recibir radioterapia?
- Radioterapia radical
Si tu cáncer de próstata es localizado o localmente avanzado, o si tienes cáncer de próstata recurrente, la radioterapia tendrá como objetivo eliminar por completo el cáncer.
- Radioterapia adyuvante
Es posible que algunos hombres también reciban radioterapia luego de una prostatectomía radical. Esta se dirige al lecho prostático, el área donde solía estar la próstata. Esto suele suceder si existe la posibilidad de que su cáncer pueda regresar o no se haya eliminado por completo durante la operación. Esto se llama radioterapia adyuvante. Generalmente se administra dentro de los primeros meses después de la cirugía, pero tu urólogo puede sugerir esperar hasta que cualquier problema urinario haya mejorado.
- Radioterapia de rescate
La radioterapia de rescate puede ofrecerse a hombres que hayan tenido cirugía (prostatectomía radical) y en que se descubre que el cáncer ha vuelto a crecer donde estaba la próstata o en la pelvis. En general esto es detectado si el nivel de APE (antígeno prostático específico) en tu sangre empieza a aumentar después de la cirugía. También puedes recibir radioterapia de rescate si tu cáncer regresa después de terapias focales.
- Si tienes cáncer de próstata avanzado
Si tu cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo (cáncer de próstata avanzado o metastásico), la radioterapia no podrá curar tu cáncer. Pero es posible que se te ofrezca radioterapia en las áreas donde se ha diseminado el cáncer, para ayudar con síntomas como el dolor óseo. Dar radioterapia a la próstata misma puede ayudar a algunos hombres que acaban de ser diagnosticados con cáncer de próstata avanzado a vivir más tiempo.
Si tienes algunos tipos de enfermedad inflamatoria intestinal, la radioterapia puede no ser adecuada para ti, ya que podría empeorar tus problemas intestinales.
Algunos pacientes que se tratan con radioterapia también pueden necesitar terapia hormonal. La terapia hormonal puede reducir el tamaño de la próstata, del cáncer en su interior, y hacer que el tratamiento sea más efectivo. La duración de la terapia hormonal dependerá de la agresividad de tú cáncer y del riesgo de que el cáncer se disemine fuera de la próstata. Pregúntale a tu radio oncólogo si tu la necesitarás.
Lee más sobre la hormonoterapia aquí
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de la radioterapia externa?
Ventajas
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Si tu cáncer es localizado o localmente avanzado, la radioterapia tendrá como objetivo eliminar por completo el cáncer.
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Muchos hombres pueden continuar con muchas de sus actividades normales mientras reciben tratamiento, incluido ir al trabajo y conducir.
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La radioterapia puede ser una opción incluso si no estás lo suficientemente en forma o sano para la cirugía.
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La radioterapia no causa dolor (pero es posible que encuentres ligeramente incómoda la posición del tratamiento).
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El propio tratamiento dura sólo alrededor de 10 minutos, incluido el tiempo que se tarda en colocarte en posición. Pero probablemente necesitarás estar en el hospital durante un par de horas cada día para prepararte para el tratamiento. No es necesario que te quedes en el hospital durante la noche.
Desventajas
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Necesitarás ir a un hospital especializado para recibir tratamiento cinco días a la semana durante unas semanas. Esto podría ser difícil si tienes que viajar lejos.
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Tu vejiga puede necesitar estar llena y tu intestino puede necesitar estar vacío durante cada sesión de tratamiento. Es posible que te administren medicamentos para ayudar a vaciar tu intestino cada día y podría llevar un tiempo hacer efecto. Algunos hombres pueden encontrar este proceso difícil e inconveniente.
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La radioterapia puede causar efectos secundarios como problemas intestinales, urinarios y de erección, así como cansancio y fatiga. Pero generalmente hay tratamientos y formas de ayudar a controlar estos efectos.
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Hay un pequeño aumento en el riesgo de contraer otros tipos de cáncer después de la radioterapia. No es muy común.
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En muchos casos también se necesita usar hormonoterapia, agregándole sus efectos adversos
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Puede pasar un tiempo antes de que sepas si el tratamiento ha funcionado.
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Si recibes radioterapia como tu primer tratamiento y tu cáncer regresa o se disemina, es posible que no sea posible someterte a una cirugía después. Esto se debe a que la radioterapia puede haber dañado la próstata y los tejidos circundantes, lo que dificulta su extracción y aumenta el riesgo de efectos secundarios.
¿Qué implica la radioterapia externa?
Tu tratamiento se llevará a cabo en el departamento de radioterapia de un hospital o centro especializado. Puede que tu hospital no cuente con este servicio y tengas que viajar a otro lugar. Antes de comenzar tu tratamiento hablarán contigo sobre tus opciones de tratamiento, incluidos los efectos secundarios, y pedirán tu consentimiento para tu tratamiento de radioterapia.
- Planificación
Algunas semanas antes de comenzar tu tratamiento tendrás una sesión en que te tomarán múltiples imágenes de rayos X o un scanner para planificar y simular el tratamiento. Al final de la sesión te harán pequeñas marcas o tatuajes en la pelvis que se usarán como guía para posicionarte antes de cada tratamiento.
- Preparación para la radioterapia
Necesitarás preparar tu vejiga e intestino antes de cada tratamiento de radioterapia. Esto porque la próstata está muy cerca de tu vejiga, recto e intestino. Por lo tanto, la posición de tu próstata puede cambiar según el tamaño de tu vejiga y recto. Si el tamaño de la vejiga y el recto cambia entre tu sesión de planificación y las sesiones de tratamiento, podría significar que la próstata está en una posición diferente. Esto puede afectar la precisión del tratamiento y aumentar tu riesgo de sufrir efectos secundarios. En general te pedirán que tengas la vejiga cómodamente llena y el recto vacío para que la radioterapia se dirija a tu próstata, y que las áreas circundantes reciban la menor radiación posible.
- Durante tu tratamiento de radioterapia
Por lo general, tendrás un tratamiento (conocido como sesión o fracción) todos los días de lunes a viernes, con un descanso durante el fin de semana. Puedes regresar a casa después de cada tratamiento.
Si tienes cáncer de próstata localizado, el curso de radioterapia generalmente implica 20 sesiones de tratamiento durante cuatro semanas. Estudios han demostrado que tener menos sesiones de tratamiento durante cuatro semanas funciona igual de bien para los hombres con cáncer de próstata localizado que tener más sesiones durante más tiempo. El riesgo de efectos secundarios también es similar, y los hombres generalmente encuentran un curso más corto de radioterapia más conveniente, ya que implica menos visitas al hospital.
Te explicará el proceso de tratamiento y las instrucciones de preparación para la radioterapia. Una vez que estés listo, te ayudará a ponerte en la misma posición exacta que tenías en tu sesión de simulación usando los tatuajes hechos con anterioridad. Esto ayudará a asegurarse de que el tratamiento de radioterapia se dirija a la misma área cada vez. Deberás mantenerte muy quieto mientras te ponen en posición. Tomarán un escaneo o radiografías para asegurarse de que toda el área de tratamiento esté cubierta y de que la radioterapia se dirija a la misma área que en tu escaneo de planificación. Luego, comienza el tratamiento, y la máquina puede moverse alrededor de tu cuerpo. No te toca y no sentirás ni verás nada. La máquina puede hacer un zumbido mientras funciona. Deberás mantenerte muy quieto, pero el tratamiento dura sólo alrededor de 10 minutos, incluido el tiempo que lleva ponerte en posición.
También es posible que escuches sobre la radioterapia guiada por imágenes (IGRT). Se utiliza como parte de todos los tratamientos de radioterapia. Tomar imágenes del área de tratamiento antes de cada tratamiento permite a tu equipo hacer pequeños cambios en el área que se trata, en caso de que la próstata se haya movido ligeramente desde tu última sesión de tratamiento. Esto asegura que el tejido sano circundante reciba la menor radiación posible. IGRT también asegura que se trate todo el área de tratamiento.
Es seguro para ti estar cerca de otras personas, incluidos niños y mujeres embarazadas, durante tu curso de radioterapia. La radiación no permanece en tu cuerpo, por lo que no emitirás radiación.
La radioterapia afecta a cada persona de manera diferente, pero la mayoría puede continuar con sus actividades normales diarias. Es posible que estés bien para continuar trabajando mientras tienes radioterapia, o es posible que te sientas cansado y necesites tiempo libre en el trabajo.
- Hormonoterapia
Algunos pacientes que se tratan con radioterapia también pueden necesitar terapia hormonal. La terapia hormonal puede reducir el tamaño de la próstata, del cáncer en su interior, y hacer que el tratamiento sea más efectivo. La duración de la terapia hormonal dependerá de la agresividad de tú cáncer y del riesgo de que el cáncer se disemine fuera de la próstata. Pregúntale a tu radio oncólogo si tu la necesitarás.
Lee más sobre la hormonoterapia aquí
¿Qué sucede después de la radioterapia?
Después de que hayas terminado tu radioterapia, tendrás controles regulares para monitorear tu progreso, ver cómo ha respondido tu cáncer al tratamiento y
ayudarte a lidiar con cualquier efecto secundario.
Después del tratamiento, tu nivel de antígeno prostático específico (APE) debería comenzar a disminuir. Tu nivel de APE no caerá a cero ya que tus células prostáticas saludables seguirán produciendo algo de APE. Cada hombre es diferente, y tu equipo médico supervisará de cerca tu nivel de APE.
Qué tan rápido cae tu nivel de APE y qué tan bajo cae dependerá de si recibiste terapia hormonal al mismo tiempo que la radioterapia. Si solo tuviste radioterapia, puede tomar de 18 meses a dos años para que tu nivel de APE caiga a su nivel más bajo (nadir).
Tu nivel de APE puede aumentar después de que finalice tu tratamiento y luego volver a bajar. Esto se llama "rebote de APE". Podría ocurrir hasta tres años después del tratamiento. Es normal y no significa que tu cáncer haya regresado o que necesites más tratamiento.
Si tu nivel de APE aumenta consistentemente, especialmente en poco tiempo, esto podría ser un signo de que tu cáncer ha regresado. Si esto sucede, tu médico hablará contigo sobre más exámenes y opciones de tratamiento si las necesitas.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento si mi cáncer recurre?
Si tu cáncer regresa, hay tratamientos adicionales disponibles. Es posible que te ofrezcan terapia hormonal para controlar tu cáncer, o es posible que te ofrezcan otro tratamiento que tenga como objetivo eliminar tu cáncer, cómo cirugía, braquiterapia u otra forma de radioterapia externa.
En general la cirugía suele ser difícil después de la radioterapia porque la radioterapia genera cambios en la próstata y el tejido circundante, dificultando su extracción, lo que hace que los efectos adversos sean más comunes. Las tasas de complicaciones son más altas, al igual que el riesgo de incontinencia e impotencia.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la radioterapia?
Como todos los tratamientos para el cáncer de próstata, la radioterapia puede causar efectos secundarios. Estos afectarán a cada hombre de manera diferente, y es posible que no experimentes todos los efectos secundarios posibles. Los efectos secundarios ocurren cuando el tejido sano cerca de la próstata se daña por la radioterapia. La mayoría de las células sanas se recuperan, por lo que los efectos secundarios pueden durar solo unas pocas semanas o meses.
Algunos efectos secundarios pueden comenzar meses o años después del tratamiento. A veces, estos pueden convertirse en problemas a largo plazo.
Antes de comenzar el tratamiento, habla con tu médico sobre los efectos secundarios. Saber qué esperar puede ayudarte a lidiar con ellos.
Si también recibes terapia hormonal además de radioterapia, es posible que también tengas efectos secundarios de la terapia hormonal. Lee más sobre los efectos secundarios de la terapia hormonal y cómo puedes manejarlos.
Si estás recibiendo radioterapia como segundo tratamiento y aún tienes efectos secundarios de tu primer tratamiento, entonces la radioterapia puede empeorar esos efectos secundarios o hacer que duren más. También puede causar otros efectos secundarios.
Efectos secundarios a corto plazo
- Problemas urinarios
La radioterapia puede irritar el revestimiento de la vejiga y la uretra, que es el tubo por el que los hombres orinan y eyaculan. También puede causar inflamación en la próstata. Esto puede causar problemas urinarios, como:
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necesidad de orinar con frecuencia, incluso por la noche
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un repentino deseo de vaciar la vejiga
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un flujo reducido
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una sensación de ardor al orinar
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dificultad para orinar (retención urinaria)
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sangre en la orina.
También puedes tener escapes de orina (incontinencia urinaria) después de la radioterapia, pero esto es raro. Puede ser más probable si has tenido previamente una operación llamada resección transuretral de la próstata (RTU) por crecimiento prostático.
Los problemas urinarios tienden a comenzar a mitad de tu tratamiento y pueden comenzar a mejorar varias semanas después de que termine el tratamiento. Pero esto es diferente para todos. Algunos hombres pueden continuar teniendo efectos secundarios durante más tiempo, mientras que otros pueden no tener efectos secundarios en absoluto o tener efectos secundarios que mejoren más rápidamente. Si tienes algún problema urinario, informa a tu médico. Hay tratamientos para controlarlos, así como cosas que puedes hacer para ayudarte a ti mismo. Tu equipo médico puede sugerirte ejercicios de los músculos del suelo pélvico que podrían ayudar con tus problemas urinarios.
- Problemas intestinales
Tu intestino y recto están cerca de la próstata. La radioterapia puede irritar el revestimiento del intestino y el recto (llamado proctitis), lo que puede causar problemas intestinales. Antes de comenzar la radioterapia, informa a tu médico si has tenido algún problema intestinal en el pasado, ya que esto podría significar que es más probable que vuelvas a tener problemas intestinales.
Los síntomas varían de un hombre a otro, y algunos hombres solo notan un ligero cambio.
Los problemas intestinales comunes pueden incluir:
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pasar más gases de lo habitual, que a veces pueden ser húmedos
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deposiciones sueltas o acuosas (diarrea)
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necesidad de ir al baño con más frecuencia o tener que correr al baño
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eliminar un moco claro y gelatinoso
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sentir la necesidad de defecar, pero luego no poder hacerlo
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una sensación de que tus intestinos no se han vaciado correctamente
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dolor en el abdomen o el recto
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sangrado rectal, esto generalmente no es motivo de preocupación, pero avisa a tu médico si sucede
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incontinencia fecal, esto es muy raro.
Los problemas intestinales generalmente comienzan durante o poco después de tu tratamiento y suelen comenzar a calmarse varias semanas después de finalizar el tratamiento. Una vez más, esto es diferente para todos. Algunos hombres pueden encontrar que algunos de sus efectos secundarios duran más tiempo, mientras que otros pueden no tener efectos secundarios en absoluto o tener efectos secundarios que mejoran más rápidamente. Informa a tu médico, enfermera o radioterapeuta sobre cualquier cambio en tus hábitos intestinales. A menudo hay cosas que puedes hacer para ayudarte a ti mismo y tratamientos simples disponibles.
- Cansancio y fatiga
Los efectos de la radiación en tu cuerpo pueden dejarte sintiéndote muy cansado, especialmente hacia el final de tu tratamiento. La fatiga es un cansancio extremo que puede afectar tu vida diaria. Puede afectar tus niveles de energía, tu motivación y tus emociones, lo que puede ser difícil de manejar.
- Problemas con la eyaculación
Es posible que encuentres incómoda la eyaculación y notes que produces menos semen durante y después del tratamiento. También es posible que tengas una 'eyaculación seca', donde sientes la sensación de orgasmo pero no eyaculas. Esto puede sentirse diferente a los orgasmos a los que estás acostumbrado y algunos hombres encuentran esto difícil de aceptar.
- Irritación de la piel y pérdida de vello
Durante el tratamiento, la piel entre tus piernas y cerca del ano puede irritarse o parecerse un poco a una quemadura solar, pero esto es raro. Tu radioterapeuta hablará contigo sobre cómo cuidar tu piel durante el tratamiento. La radioterapia también puede hacer que algunos de tus vellos pubianos se caigan. Pero generalmente vuelve a crecer después del tratamiento.
Efectos a largo plazo
A veces, los efectos secundarios pueden desarrollarse mucho más tarde, varios meses o incluso años después de finalizar el tratamiento. Si esto sucede, entonces estos efectos secundarios pueden durar mucho tiempo. Es posible que seas más propenso a tenerlos si:
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eres mayor
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tienes diabetes
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tienes sobrepeso
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has tenido cirugía de intestino o próstata en el pasado
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has tenido problemas de vejiga, intestino o erección en el pasado.
- Problemas urinarios (cistitis actínica)
Si tuviste problemas urinarios durante el tratamiento, es posible que seas más propenso a desarrollar problemas más adelante. Estos pueden ser similares a los efectos secundarios a corto plazo mencionados anteriormente, pero mantenerse en el tiempo y ser de difícil manejo.
En algunos casos puede producirse un sangramiento que es muy dificil de manejar, requiriendo cirugías endoscópicas, sesiones de cámara hiperbárica e incluso remover la vejiga cuando no logra controlarse.
La radioterapia puede hacer que la uretra se estreche con el tiempo, esto se llama estenosis. Esto es más probable si tienes braquiterapia combinada con radioterapia externa. Si esto sucede, encontrarás difícil orinar. Los síntomas pueden incluir:
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sensación de que tu abdomen está hinchado
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sensación de que no estás vaciando completamente tu vejiga
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un flujo débil al orinar.
- Problemas intestinales (proctitis actínica)
Aunque los problemas intestinales a menudo mejoran una vez que ha terminado el tratamiento, algunos hombres encuentran que los cambios en sus hábitos intestinales duran mucho más tiempo.
Los problemas intestinales pueden desarrollarse meses o años después del tratamiento y pueden ser similares a los efectos secundarios a corto plazo mencionados anteriormente. Si tuviste problemas intestinales durante el tratamiento, es posible que seas más propenso a desarrollar problemas más adelante.
No te sientas avergonzado de decirle a tu médico sobre cualquier problema intestinal. Hay tratamientos que pueden ayudar. Los problemas intestinales pueden ser comunes en hombres mayores, por lo que es posible que sean causados por algo que no sea la radioterapia. Tu médico puede hacer pruebas para averiguar qué está causando los problemas, o pueden referirte a otro especialista..
Si tienes problemas intestinales a largo plazo, es posible que te ofrezcan una prueba con cámara, como una colonoscopia. En esta prueba, se introduce un tubo estrecho con una cámara en el extremo por el ano para buscar cualquier daño en el intestino.
- Problemas de erección
La radioterapia puede causar problemas para lograr o mantener una erección (disfunción eréctil). Otros tratamientos para el cáncer de próstata como la terapia hormonal, otros problemas de salud, ciertos medicamentos, el cansancio y la fatiga, y la depresión o ansiedad, también pueden causar problemas de erección. Muchos hombres con cáncer de próstata pueden haber tenido problemas sexuales antes de su tratamiento.
La disfunción eréctil causada por la radioterapia a menudo tarda un tiempo en aparecer y puede pasar hasta dos años antes de que notes algún problema. Los problemas de erección también pueden empeorar con el tiempo.
Hay algunos cambios que puedes hacer en tu estilo de vida, así como tratamientos que pueden ayudarte a manejar los problemas de erección o a veces prevenirlos. Por ejemplo, tu médico puede recetarte medicamentos regulares para ayudar con la disfunción eréctil después de tu radioterapia. A menudo, estos funcionan mejor si los comienzas pronto después de la radioterapia.
- Infertilidad
La radioterapia puede dañar las células que producen semen y causar que tengas un orgasmo seco (donde no eyaculas). Si te preocupa la fertilidad y quieres tener hijos, es posible que desees considerar almacenar tu esperma antes de comenzar la radioterapia, para que puedas usarlo más tarde para un tratamiento de fertilidad. Existe una posibilidad muy pequeña de que la radioterapia pueda afectar a cualquier hijo que puedas concebir durante el tratamiento. Si existe la posibilidad de que tu pareja quede embarazada, es posible que desees usar anticonceptivos durante el período en que estés recibiendo radioterapia y hasta un año después. Es seguro tener relaciones sexuales con tu pareja, no transmitirás tu cáncer ni ninguna radiación.
- Linfedema
Si tus ganglios linfáticos son tratados con radioterapia, existe una pequeña posibilidad de que se acumule líquido en tus tejidos. Esto se llama linfedema. Por lo general, afecta a las piernas, pero puede afectar a otras áreas, incluyendo el pene o los testículos. Puede ocurrir meses o incluso años después del tratamiento. Habla con tu médico si comienzas a experimentar cualquier hinchazón inusual.
- Problemas de cadera y huesos
La radioterapia puede dañar las células óseas y el suministro de sangre a los huesos cerca de la próstata. Esto puede causar dolor y problemas de cadera y huesos más tarde en la vida. La terapia hormonal también puede debilitar tus huesos, por lo que es posible que tengas ligeramente más probabilidades de tener problemas de cadera y huesos si tienes tanto terapia hormonal como radioterapia.
- Otros cánceres
La radioterapia puede dañar las células en los tejidos que rodean la próstata. Existe una posibilidad muy pequeña de que esto pueda aumentar tu riesgo de cáncer de vejiga o intestino. Se necesitarían al menos 5 a 10 años después de recibir tratamiento con radioterapia para que aparezca un segundo cáncer.